

A veces tenemos la suerte de que la vida nos imponga desafíos que no podemos eludir, y gracias a ello logramos crecer interiormente. Otras, necesitamos salir por nuestra propia cuenta a buscarlos, y así es como arranca esta historia.

Carretera Austral: Parque Nacional Queulat
January 30, 2019
En la carretera austral abundan las reservas naturales y los parques nacionales, con diversos senderos para recorrer, y éste fue el primero con el que me topé.
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El Ventisquero de Queulat es la principal atracción, que puede apreciarse subiendo hasta un mirador o acercándose por la laguna en una lancha. Paré en el camping que se encontraba a la entrada del parque, para subirlo y continuar al dÃa siguiente.
Me agarró una racha de días lluviosos, unos 4 en total. Aproveché el primero que cada tanto se despejaba un poco para ir a ver el ventisquero. Se trata de un sendero con abundante vegetación y algo de barro para llegar al mirador. Cerca de 1 hora de subida y un poco menos de bajada.




Los días siguientes prometían más lluvia. Estaba en un camping. El próximo pueblo quedaba a unos 70km y con la cuesta de Queulat en el medio. No lo pensé demasiado. En un rato en que aflojó la llovizna desarmé mi carpa, equipé la bici y partí.
La cuesta de Queulat comprende un camino de ripio bastante poseado que sube 500mts en unos 7km y luego los baja en una distancia similar. Paisajísticamente es hermosa, aunque con la lluvia se volvió un tramo difícil.
En la subida me crucé con varios ciclistas que adelantaron más rápido, en tanto que yo recorrí la mayor parte caminando. También pasaban autos bastante seguido, algunos disminuían la velocidad, otros pasaban rápido salpicándote el agua de los posos. Llegando a la cima me alcanza Angelo, otro ciclista que venía subiendo y con quién seguí pedaleando el resto de ese día.
Si aún me quedaban dudas, ese día me quedó claro que la campera que llevaba puesta ya había perdido su impermeabilidad. Al llegar a la cima estaba bastante empapada, y en la bajada, con el viento y al ir quieta, necesitaba tensar el cuerpo sólo para no pasar tanto frío.
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Pasamos por muchos miradores. No me detuve en casi ninguno, en parte porque el día nublado no permitía una buena vista, pero principalmente porque quería llegar lo antes posible y eso implicaba no parar.
Una vez pasada la cuesta, la ruta vuelve a ser asfaltada. Y así continuamos los 30km que nos faltaban hasta llegar a una zona de camping y cabañas 7km antes de Villa Amengual.

