

A veces tenemos la suerte de que la vida nos imponga desafíos que no podemos eludir, y gracias a ello logramos crecer interiormente. Otras, necesitamos salir por nuestra propia cuenta a buscarlos, y así es como arranca esta historia.

Travesía por la Cordillera
September 07, 2018
Luego de varios días fríos y ventosos, decidí planificar este tramo exactamente los 2 días que iban a estar agradables, sin vientos, sin lluvias, algo más cálidos.
103km con 1000mts de elevación, una cuesta. 80% de subida hasta Pino Hachado por asfalto, y el resto por camino de tierra, por la cordillera, a escasos km del límite con Chile.


El primer día resultó algo monótono, en subida. Trabajo mental. Salí a las 9am, y llegué según lo planificado cerca de las 5pm.
El paisaje iba demarcando de a poco el acercamiento a la cordillera. De verla a lo lejos, la comencé a ver cada vez más cerca, hasta encontrarme en medio de los picos nevados.
Una cansadora pero hermosa subida, que de a poco dejó al descubierto un gran bosque de araucarias araucanas, resurgientes entre la nieve.
Ya en Pino Hachado identifiqué rápidamente el puesto de vialidad del que me habían hablado.
Pedí permiso para acampar al lado. Pero al final me cedieron una habitación para descansar tranquila, además de invitarme la cena.

El segundo día fue en su mayoría camino de tierra. Algunos tramos de barro, piedras, pozos, y otros mejores. Nieve a ambos lados. Mucha. El río Haichol me acompañó buena parte del recorrido, formando algunas pequeñas cascadas a los costados del camino. Un gran paraíso cordillerano.





El paisaje me permitió tomarme unos mates al mediodía en medio de los cerros nevados, con 2 camperas de abrigo, gorro y guantes; para un rato más tarde estar almorzando un sandwich en mangas cortas frente a una cascada, tomar una siesta al sol; y finalmente sentarme en la arena de una playa con los pies en el agua, como en un cálido día de verano. Todo en el mismo día.
